Por: Leonardo Fabio Marín.
Al hablar de la Fundación “Granito de Amor”, necesariamente nos vemos abocados a pensar en la dama pereirana Lucero Cifuentes de Arbeláez, mujer de un humanismo indescriptible, de una dulzura inconmensurable y de un espíritu de solidaridad único en la región. Cada uno de los días de su existencia están orientados a una acción de beneficio social para con las familias de más bajos recursos económicos, para con las gentes de la calle, niños y ancianos en estado de abandono, para con la ciudad y todos sus habitantes.
Doña Lucero afirma que “la caridad es mirar al prójimo con intensión de ayuda espiritual y material”. Fue así como ella creó, con la colaboración de su esposo, el ingeniero Miguel Darío Arbeláez, de su señora madre, Laura Aranzazu de Cifuentes, y de un grupo de distinguidas damas pereiranas, la fundación “Granito de Amor” que es pan y abrigo para los más pobres de nuestra ciudad.
Además de todo lo que hacen en pro de nuestra amada Pereira, doña Lucero y toda su comitiva de la fundación, desarrollan programas educativos y de capacitación en artes y oficios, dirigidos hacia jóvenes de uno y otro sexo que por falta de recursos no tienen acceso a la educación formal. Así, muchos de ellos ya han terminado estudios y se encuentran laborando en distintas empresas locales, mejorando de esta manera las condiciones socioeconómicas de sus familias y su calidad de vida.
Un abrazo muy fraternal a la señora Lucero Cifuentes de Arbeláez y a sus compañeras de equipo. ¡Mujeres así necesita el mundo!.
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